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- Apagar las luces y los enchufes cuando no se utilicen, utilizar bombillas de bajo gasto energético
- Regule la calefacción y el aire acondicionado a una temperatura adecuada. En el hogar, entre 19 y 21 ºC en invierno y entre 24 y 26 ºC en verano. Tenga en cuenta que aumentar en un grado la temperatura del termostato en invierno (o reducirla en un grado en verano) puede incrementar el consumo en torno a un 7%.
- En el lavavajillas elija el programa más económico: éste limita el consumo de agua y calienta a una temperatura adecuada (50º C).
- Utiliza más el microondas que el horno.
- Para el lavado llene la lavadora y emplea programas económicos.
- Desconecte completamente los equipos que no esté usando. Si no lo hace, permanecerán en modo de espera (stand-by), pero seguirán consumiendo una energía que, según la agencia Eurostat, puede llegar al 7% del consumo eléctrico del hogar.
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